EL TALAYON


Cerro del Talayón





El cerro del Talayón es una elevación de cierta altura que domina todo el valle del río Valdemembra en el termino de Motilla.

Los estudios llevados a cabo han sido muy escasos y solamente se han basado en pequeñas catas, o estudio      superfluo de los restos óseos, cerámica y elementos de metal que se han encontrado en excavaciones fortuitas. Las más importantes hace ya varios años por algunos vecinos de Motilla.



El cerro conjunto del cerro, que está enclavado en la conjunción de los terminos de Iniesta, Campillo de Altobuey y Motilla, consta de varias cuevas, algunos recintos que conservan parte de su estructura, así como lo que parece ser una torre en el punto más elevado. Así mismo se pueden diferenciar varias hileras de piedra que cerraban el recinto y una entrada en la parte más suave de la ladera (nordoeste)



Hay en la ladea oeste, la que mira a Motilla una pequeña sima en la roca, que podría ser un pozo o aljibe que serviría para recoger agua.

También en esta misma ladera se encuentran varias cavidades que han sido aprovechadas con posterioredad para extraer caliza.





(foto cedida por la familia de Eufrasio Monedero)

Una de las escavaciones de la que tenemos constancia se realizó en el año 1982, según cuenta Eufrasio Monedero en su libro inédito sobre Motilla.

En este podemos observar como se encontraron un amplio número de vasijas, restos de fauna y otros objetos que vienen detallados en el artículo resumen sobre el Talayón(1) de Mª Luz Sánchez –Capilla.




(foto cedida por la familia de Eufrasio Monedero)

Según los restos encontrados, habla de que seguramente la primera ocupación del Talayón por parte del hombre sería en el calcolítico, a finales del tercer milenio a. C., y refleja una segunda ocupación en la edad del Bronce, hacia el 1500-1000 a. C., sin que se sepa por el momento si este grupo es evolución del primero o es una ocupación posterior sin relación.




Así mismo, Díaz-Andreu, M 1.989 y 1992 (hace algunas referencias a Martinez Navarrete 1988a)  por mediación de Manuel Herrera Herráiz.

El Talayón parece ser un yacimiento de tamaño grande con relación a la mayoría de los conocidos de la zona, destaca el dominio del entorno circundante desde su posición  y con muy buena visibilidad. Poseía una muralla que rodeaba toda la cima (en realidad posee otra más abajo), con dos derrumbes circulares que podrían ser torres, al norte y al sur. Así mismo se nos indica que las viviendas parecían tener una base de piedra con el alzado de arcillas de construcción, pues se han recogido restos de adobe con improntas vegetales y de piedra.
(foto cedida por la familia de Eufrasio Monedero)
El material recogido de los yacimientos de la zona es sobretodo cerámica de la que enumera varias formas como son: cuencos, ollas de labio liso o impreso, queseras, recipientes carenados, distintos vasos, jarras y tazas pequeñas. Nombra que en una colección particular se guardan algunos dientes de hoz con lustre de cereal. Colgantes de piedra y hachas pulimentadas. Describe dos placas de piedra con forma cuadrangular y rectangular respectivamente, y explica que la industria ósea esta compuesta de punzones, espátulas y agujas. Habla del hallazgo de una punta Palmela y un puñal triangular pequeño con dos orificios como evidencias indirectas de metalurgia en el yacimiento.
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Podemos también encontrar numeras cuevas en el mismo cerro, algunas de las cuales poseían en su parte delantera una especie de antesala cerrada por un muro cuya parte inferior todavía se encuentra visible, a ras de suelo.







Entrada situada en una de las hileras de piedra que bordean el cerro.




Podemos además observar como en diferentes zonas todavía existen pequeños recintos que debían ser las viviendas, de las cuales podemos encontrar tozos de pared.





Este es el desnivel que existe entre la parte mas elevada y zona llana más amplia en lo alto del cerro.

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